Del 11 al 17 de mayo se celebró en Manerba del Garda, Italia, el proyecto Erasmus+ POWER, una iniciativa internacional que reunió a participantes de once países con el propósito de reflexionar, debatir y compartir experiencias en torno a la creación de oportunidades para la juventud.
Fue una semana de convivencia en la que jóvenes y representantes de distintas organizaciones trabajaron juntos en un entorno de formación no formal, con el objetivo de fomentar la participación activa, impulsar nuevas ideas y abrir espacios de desarrollo personal y colectivo. El proyecto ofreció, además, una experiencia enriquecedora en la que el aprendizaje se combinó con la oportunidad de conocer otras culturas, fortalecer lazos de amistad y descubrir la riqueza de la diversidad europea e internacional.
Tras un primer encuentro en línea, los participantes llegaron a Italia con gran entusiasmo y una motivación renovada. La agenda de la semana incluyó talleres, dinámicas de grupo, debates y actividades diseñadas para estimular la creatividad, la cooperación y el pensamiento crítico. El espíritu de este encuentro no se limitó al intercambio de conocimientos, sino que también promovió la construcción de una red de apoyo entre organizaciones y jóvenes que compartieron la visión de una Europa más inclusiva y participativa.
El proyecto POWER estuvo cofinanciado por la Unión Europea y coordinado por la ARCUS Association (Italia). Participaron diez entidades internacionales que trabajan activamente en el ámbito del empoderamiento juvenil:
- YouthsRule (Irlanda)
- Mediterranean Youth Hub Impact – MYHI (Marruecos)
- Udruga Essentia – za mentorstvo i osobni razvoj (Croacia)
- Gençlik Işığı (Turquía)
- Asociación Interga – Voluntariado Joven (España)
- Eurobridge Hub (Georgia)
- Hellas for Us (Grecia)
- Association for Roma Community Development SUMNAL (Macedonia del Norte)
- Asociația Zöld Nap (Rumanía)
- Jugendvision e.V. (Alemania)
Durante esos días, SPAZIO EUROPA se convirtió en un lugar de encuentro y aprendizaje compartido, donde la diversidad cultural fue un valor añadido y donde cada participante tuvo la oportunidad de aportar su experiencia y visión. El resultado fue un espacio de diálogo y cooperación que reforzó el papel de los jóvenes como agentes de cambio en sus comunidades.